Resumen:  Simón era un niño que tenía siete años y medio y llevaba un tiempo bastante preocupado. Su padre ya no jugaba, ni reía con él como antes. Se había quedado sin trabajo, se pasaba los días sentado, pensativo y triste, muy triste. Su madre y él habían intentado animarlo de mil maneras pero no reaccionaba a nada de lo que le proponían. Una tarde, Simón se acercó a la fuente de la plaza para pensar qué podía hacer, pero no se le ocurría ninguna idea y empezó a escuchar la conversación de unos ancianos que estaban sentados en el banco de al lado. Uno de ellos hablaba de un pueblecito de una sola calle que subía y después bajaba. Justo en la parte más alta de la calle había una tienda donde un señor, alto y delgado, vendía caramelos que él mismo hacía en su obrador, con unos sabores únicos y maravillosos. Simón se fue en busca de algún caramelo que volviera a hacer sonreír a su padre y... Las expresivas ilustraciones de rico colorido y repletas de detalles complementan la entrañable historia sobre la familia, los problemas familiares y cómo superar las situaciones difíciles....  Leer