Resumen:  El librero Carl Kollhoff, a pesar de tener setenta y dos años, todas las tardes después de cerrar la librería, va personalmente a entregar los libros que le han encargado los clientes de siempre o especiales, personas que les encanta la lectura y se han convertido en auténticas amistades. Además a cada cliente que entrega un libro le pone un nombre como a Christian von Hohenesch, que le evoca a mister Darcy, uno de los personaje que habita en Pemberley, en la novela Orgullo y Prejuicio. Así va comparando a los lectoras y lectoras con personajes de grandes obras clásicas de la literatura y les va asignado un apodo muy novelesco. Ya en la escuela cuando los profes tenían motes, él les ponía otros más apropiados a sus cualidades. Por eso, Carl a lo largo de su vida llegó a conocer a la mayoría de los grandes personajes de la literatua. Cuando pierde su trabajo de forma inesperada, será necesario el poder de los libros y el de Sacha, una niña de nueve años, algo extravagante que en un primer momento rechazó, para que todos, incluido el propio Carl, encuentren el coraje para superar sus problemas y acercarse unos a otros. Una encantadora novela con abundantes referencias literarias, novelas, autores, y personajes de la literatura de todos los tiempos. Un bello alegato al amor a las librerías, libreros y libreras, el gusto por la lectura y el poder de los libros para conectar a las personas. El espaciador de libros es un libro sobre personas con todo tipo de problemas, desde la soledad hasta el analfabetismo y la violencia conyugal, que encuentran ayuda a través de la lectura....  Leer