Resumen:  Las elefantas viven siempre juntas en una manada dirigida por la hembra más anciana, la que sabe dónde encontrar agua, hierba y sombra. Ella es la que asusta a los búfalos y la que cuenta las mejores historias. Si eres una elefanta, vivirás siempre con ella, y con tus tías, primas y hermanas, aprendiendo cada día. Nunca te faltará la caricia de una trompa cuando rujan los leones por la noche, ni una pata que te ponga en tu sitio cuando te pases de lista. Si eres un elefante, abandonarás la manada a los 14 años y seguirás tu camino solo, sin el consejo de tu madre en los malos momentos, sin los cuentos de buenas noches de tu abuela. Con suerte, te unirás a un grupo de machos y jugarás a las grandes batallas que tendrás que lidiar de mayor para quedarte con el territorio más fértil. Así son las cosas desde el principio de los tiempos. Aunque, a veces, ocurren cosas inesperadas que cambian todo de manera radical, como ocurre en esta historia. Mamá, desde el instante en el nació su cría supo que era diferente, era más pequeña de lo habitual y de un color algo extraño para un elefante. Aquella tarde de verano, cuando vió la luz por primera vez, hacía calor, y el reflejo de los rayos del sol sobre las flores parecía haberle regalado ese tono tan singular de piel. Mamá, al ver tan bello color, le dijo: ¡Amapola! Ese será tu nombre... Mamá también sabía que, aunque pasaran los años, siempre permanecerían unidas y jamás se separarían. Un álbum con magníficas ilustraciones en colores cálidos que complementan la entrañable historia sobre el amor incondicional de una madre....  Leer