Resumen:  Marta, aunque soñaba con ser pintora, era cartera y siempre iba arriba y abajo en una bicicleta que llevaba un carro enganchado. Su trabajo parecía como el de cualquier otra cartera, pero no lo era. Repartía paquetes que iban dirigidos a toda clase de personajes de cuento. A Caperucita le llevaba un paquete pequeño a la casita con jardín en la que vivía con su madre. Más tarde, dejaba un paquete enorme en el taller de motos donde vivía el caballero san Jorge. Y al final de la mañana, subía por una calle empinada y entregaba un paquete mediano a una mujer de pelo largo y rubio y aspecto de princesa. Ellos le guiñaban el ojo y le daban las gracias muy sonrientes y Marta se marchaba silbando y pedaleando todavía más fuerte. Pero algo estaba pasando porque desde hacía unos días cuando los destinatarios abrían los paquetes sus caras cambiaban de manera radical y... Las expresivas ilustraciones a color, con divertidos juegos de formas y perspectivas, recrean la divertida historia de los personajes de cuentos y sus objetos mágicos favoritos....  Leer